La espirometría es un estudio respiratorio donde se pueden medir volúmenes pulmonares y ver si hay obstrucción al libre flujo de aire durante una maniobra de espiración forzada.
El estudio se realiza con un espirómetro. La persona, sentada y con un broche nasal que impida la respiración a través de la nariz, debe inicialmente respirar normalmente a través de una boquilla, y luego de algunas respiraciones tranquilas se le pide que tome una inspiración profunda y sople rápidamente con todas sus fuerzas hasta vaciar los pulmones completamente.
Una vez que se identifica la obstrucción, la severidad se mide por el descenso del VEF1 (volumen espiratorio forzado en el primer segundo), que puede ser leve, moderado o severo. Los valores espirométricos se comparan con los valores que el/la paciente debería tener, o esperables acorde a su género, edad y altura principalmente, definidos en base a estudios poblacionales, y que se llaman Valores Predichos.
El análisis de las curvas espirométricas también permite sacar conclusiones, ya que la forma de éstas en la obstrucción es muy característica.
Luego de que se han realizado tres maniobras haciendo un buen esfuerzo espirométrico, se administran de 2 a 4 inhalaciones de un broncodilatador de acción corta (SABA), y luego de 15 a 20 minutos se repiten los esfuerzos espirométricos y se comparan con el estudio pre-broncodilatador, para ver si los volúmenes se han modificado o si ha desaparecido o mejorado la obstrucción.
Esta segunda parte del estudio es también muy valiosa en diagnosticar la presencia de asma, ya que permite corroborar el aumento o mejoría de la capacidad respiratoria y la disminución o reversión de la obstrucción, que son características de esta condición.
Medición de PICO FLUJO
El Pico Flujo es otra herramienta que puede ser usada tanto para monitorear como para diagnosticar asma.
La maniobra de pico flujo es muy fácil de realizar, y el monitor es un aparato muy sencillo. Se debe hacer en posición sentado/a, y con un broche nasal, instruyendo al/la paciente a tomar una inspiración profunda y soplar con toda la fuerza y rápidamente a través de la boquilla del dispositivo. No es necesario que la espiración sea sostenida hasta vaciar los pulmones. Esta maniobra se repite tres veces, y se registra el valor más alto.
Cuando este valor está reducido y la persona tiene síntomas acordes, es sugerente de asma. Así también, una mejoría de más del 20% post-broncodilatadores en los valores es un indicador de asma. La variabilidad de la medición del pico flujo es concordante con asma. El pico flujo no reemplaza a la espirometría en el diagnóstico de asma, pero puede ser de ayuda en casos de duda.
La mayor limitación de este método es que depende enteramente del esfuerzo del/la paciente, y los errores en la técnica pueden llevar a interpretaciones que no son las correctas, sobre todo teniendo en cuenta que en las mediciones seriadas el/la paciente hace maniobras en su casa, sin supervisión. También es importante saber que, al ser un dispositivo sencillo, el pico flujo no se puede calibrar como se hace con el espirómetro, lo que lo hace menos exacto.